Estoy cansada del dolor gratuito, de la crueldad, del
egoísmo, del rencor y el despecho.
Estoy cansada de todos aquellos que lideran la bandera del
odio como recurso fácil para solucionar dificultades.
Me supera hasta llegar a la incapacidad emocional y
racional, el poder gestionar el delirio de hacer daño.
Me rompe ver a mujeres llorar y sufrir, pero también tristemente, morir y me machaca el alma ver niños indefensos caer en manos enfermas…
¿No es momento ya, de unirnos ante esto?, ¿no es momento ya
de aceptar una realidad incomprensible pero que existe?, ¿no debemos ya, hacer
algo?
¿Tenemos que seguir viendo a mujeres sufrir y morir?, ¿tenemos que seguir viendo como niños mueren y sufren por culpa de desarmados?
Mientras existan personas que no vean está realidad, mientras existan personas que no sepan respetar, mientras no cuidemos entre todos a los niños (esos niños que todos algún día fuimos), para que lleguen a ser adultos sanos. Mientras impere el egoísmo, el rencor y la violencia como herramienta fácil para solucionar las cosas, mientras esto ocurra, seguiremos viviendo en un mundo ruin y mezquino, donde a veces parece, que hemos aceptado el mal, el dolor, el maltrato y abuso como algo corriente y normalizado.
Desde ayer mis pensamientos están un tanto ausentes y mis emociones están bloqueadas por la injusticia, la tremenda tristeza y el dolor…también me siento tremendamente limitada de no poder hacer nada, de no poder hacer más, de no tener una varita mágica que rebobine todo hacía atrás y cambiar el rumbo de las cosas.
Hace no mucho tiempo una persona, me dijo algo así: “es que no me interesa tener cerca personas que tienen ciertos valores…”, y desde entonces algo en mi hizo click. Me llevó a la reflexión sobre mis creencias y valores…aun a día de hoy, sigo pensando sobre ello.
Quizás tolero demasiado, quizás es cierto que la única manera
de frenar el mal es hacer vacío a los insensatos que no quieren ver más allá de
su realidad.
Quizás es cierto que cada gesto egoísta que tolero, que cada palabra fea que escucho de alguien hacia otro, que cada intento de manipulación o cada injusticia que observo y cada gesto dañino que siento…me hacen en parte responsable de lo que muchos sufren.
No sé qué puedo hacer, pero algo tenemos que hacer entre
todos para que esto pare, para que las mujeres nos sintamos libres y seguras,
que dejemos de sentir miedo cada vez que estamos solas en un parking, caminamos
por una calle solitaria o paseamos por el campo.
Quiero hacer algo para proteger a los niños, para que nada
les pase, para que vivan, crezcan y disfruten en libertad y amor.
Quiero hacer algo para que los animales sean respetados y
cuidados, queridos y protegidos.
Quiero que los ancianos no se sientan solos y alejados del
mundo….
Quiero que los niños diferentes, no se sientan solos y
tristes.
Quiero un mundo sano y no contaminado.
Quiero luchar por un mundo tolerante y diverso.
Quiero hacer algo por mejorar tantas cosas…y a veces me
siento, nos sentimos tan perdidos de que hacer…
Lo que, si tengo seguro, es que si nos uniéramos, si todos fuéramos conscientes y empáticos, si supiéramos gestionar nuestros egos y fuéramos capaces de poner freno a tantas cosas que hemos normalizado, las cosas serían diferentes.
No alcanzo a entender muchas cosas y menos aún alcanzo a entender a las personas, aunque siempre trato de hacerlo. Suelo dar un xq. a las cosas y más aún, a los comportamientos de las personas, creo que así, se vive más en paz.
Pero esa persona que me dijo, “no me interesa tener en mi vida a personas con ciertos valores”, tiene mucha más razón de lo que intuía, y no se trata de no tolerar, si no de poner límite a todo aquello que haga sufrir y separe a las personas, creo, que todo puede realmente, empezar por ahí.
Anna, Olivia… siento cierta responsabilidad social y
colectiva con lo que os has pasado, lo siento en el alma.
Mi tristeza y amor está contigo Beatriz.
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